El hombre estaba sentado en el piso, con la
espalda apoyada en un muro. Su rostro y
su ropa alejaban a las personas que pasaban por ahí. Tenía el cabello largo,
enredado y completamente sucio. Sus ojos parecían mirar algo en el vacio, algo
que no tenia presencia física. Los niños se alejaban apuntándolo con un dedo y
algunas veces tirándole piedras. Cuando se ponía de pie y echaba andar, algunos
perros le ladraban y otros le movían la cola. Era alto, flaco y de mirada
penetrante pero ausente. Algunas mujeres comentaban que bajo esa presencia
sucia y lunática, hubo alguna vez un hombre elegante y apuesto, alguien de
modales refinados y buena educación. Eso era algo que se podía traslucir en sus
movimientos y en su andar. Muchos afirmaban que era un millonario que lo
perdió todo y no pudo soportar ese
fuerte golpe en la vida. Otros decían que probablemente recibió un golpe en la
cabeza en un asalto y, desde entonces, sin saber quién era ni dónde vivía se
puso a andar como un errante hasta el día de hoy. La población había empezado a
tejer muchas historias a su alrededor.
-
¿Cuál
crees que sea su nombre? –preguntó Alan a Sergio, aunque en realidad su
pregunta iba dirigida a todos.
-
Hola a todos queridos
amigos. Bueno quería compartir con ustedes el inicio de un cuento que estoy
escribiendo y la historia va sobre un orate (un loco) que siempre veo por la
ciudad donde vivo. Hay un no se qué en ese loco que me llama mucho la atención
y eso ha hecho que escriba algo relacionado sobre ello. Cuando termine mi
cuento y lo publique hare famoso a ese loco.
Yo se que cada ciudad tiene sus
locos, e incluso algunos son muy populares pues es algo pintoresco verlos
aparecer de repente, por la calle, cuando uno menos se los espera,
completamente calatos (desnudos) o haciendo alguna locura similar.
Bueno amigos solo queda
invitarlos a que escriban las historias que deseen y les den vida a esas
personas que ven todos los días. Sus personajes pueden ser una vendedora, la
profesora que te riñe o una profesora sensual, un perrito singular que ves por
la calle, o algo irreal, etc. En fin, material para escribir nunca te va a
faltar.
UN SALUDO
JOTA GELDRES
No hay comentarios.:
Publicar un comentario