Hoy
amo tus labios. Niña de cartón. Niña de madera. Es cierto que alguna vez fui el
amigo de tu sombra misteriosa y pude tocar el calor de tus huesos.
Hoy
puedo correr por la luna derramando tus poemas celestiales. Deja de mirarme, no
fui yo quien se robó el olor de tu sombra enloquecida.
Llevas
siglos escondiendo el color de tus besos en viejas y sucias botellas que haces
flotar en el viento de la tierra. Niña. Niña. Niña. Te amo cuando te disuelves
en las rocas de viejos océanos glaciares. Te odio cuando derramas tu esencia en
el fondo de la naturaleza y miras ausente el vuelo de las flores.
Anoche
soñé con tu cuerpo de mariposa. Mariposa indomable.
Me
fascina gritar tus poemas a las estrellas de la noche. Vimos, asombrados,
cientos de veces tus poemas aleteando por los bosques de tu casa. ¿Me amas? ¿Te
amo? Miles de preguntas llueven en el entorno de tu ser.
Tus
dedos ataron los peces de la tierra. Yo fui, en tu apogeo, la razón de tu
aliento. La luz de tus noches. El agua de tus desiertos. Sé que te escondes en
una pequeña cueva que has inventado en el fondo de tus ideas. Sé que caminas
buscando palabras que curen tus heridas.
Sé
que los domingos no puedes cantar tus historias de amor. Sé que miras viejas
fotos de personas que no existen. Niña. Niña. Niña. Esta noche espero el rumor de esencia. Esta noche le he cantado al
amor
JOTA GELDRES
Pos data:
Si te gustó la historia recomienda
este blog o escribe un comentario para saber tus opiniones e inquietudes. Fue
un gusto leer contigo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario